lunes, 17 de marzo de 2014

Los viejos y queridos palcos de la Bombonera

Boca  1 Racing 1, Metro 1981.

Boca 1 River 0, Nacional 1980.

Boca 1 River 0, Apertura 92.


Boca 1 River 0, Apertura 92.

Boca 1 San Martín de Tucumán 1, Apertura 92.

Boca 2 Deportivo Español 1, temporada 1986/87.

Boca  1 Racing 1, Metro 1981.

Boca 1 San Martín de Tucumán 1, Apertura 92.

Boca 1 Colón 0, Apertura 95.

Boca 1 (5) River 1 (4), Supercopa 94.

Boca 1 San Martín de Tucumán 1, Apertura 1992

Amamos la Bombonera. Imposible no hacerlo. Y una de las cosas que más extrañamos de nuestra Bombonera son sus viejos y queridos palcos sobre la calle Del Valle Iberlucea. Demolidos en 1996 para dar lugar a otros palcos y una platea preferencial.
De aquellos viejos palcos no extrañamos tanto su arquitectura ni su mítica torre como sí lo que sucedía allí durante los partidos. Ojo. A esos viejos palcos también iban los hinchas de mayores recursos económicos. Pero en esos viejos palcos se vivía el partido como en una popular. Y es ahí donde queremos detenernos.
Todos teníamos algo en común. Estar en una platea, en una popu o en aquellos palcos no nos diferenciaba. Al contrario. Nos unía. En aquellos viejos palcos había gorritos pilusos, de lana, había pibitos colados, gente en cuero, hinchas saltando sobre el techito a punto de tirarse de cabeza a la cancha y recibimientos más hostiles que cualquier popular de hoy día. Gente que manejaba los mismos códigos que en el resto del estadio. ¿De qué hablamos? Nada del otro mundo. Alentar a Boca todo el partido, hacerlo más fuerte en la derrota y quedarse hasta el pitazo final del árbitro.
A esos palcos los recordamos con emoción también porque allí quiso ingresar un hincha con un rifle de aire comprimido la tarde de la pelota naranja. Y sólo Dios nos privó de un par de balinazos. Mala suerte (?).


Hoy día, y nos consta, de ese lado donde pega el sol toda la tarde, se vive otro partido. Algunos lo llamarán "la grieta". Y es uno de nuestros sueños que todos vivamos lo mismo en la Bombonera. Que todos los que tenemos la bendición de poder seguir a Boca de local, estemos en la misma sintonía. Como pasó siempre. Porque lo único que tenemos en común los 50mil tipos que vamos a la Bombonera es amar a Boca.