miércoles, 24 de julio de 2013

¿Qué es ser gallina?

Gracias a Dios, nosotros los boquenses tenemos las cosas bien claras. Por ejemplo, los triunfos se festejan. No es nuestro estilo ponerse a filosofar racionalmente si se gana jugando bien o mal, de contragolpe, atacando con 5 delanteros o por penales. Si ganás, festejás. No es tan difícil. El fútbol es un deporte donde el objetivo es ganarle al que tenés enfrente. Nosotros pensamos con el corazón. Así es Boca.
Si te vas a la B es una deshonra deportiva. Nada de mariconeadas como que la B se parece al Calcio o económicamente es más rentable. Te fuiste a la B, perdiste. Y probablemente haya solo una cosa peor que irse al descenso. Ser gallina.
Ahí es donde nosotros los hinchas de Boca también tenemos las cosas claras como el agua. Si tu apodo es “gallina”, la vergüenza no tiene nombre. Futbolísticamente hablando, no hay nada peor que ser una gallina. No hay mucho para debatir. Pero el tema se complica cuando el hincha de River, fiel a su costumbre, empieza a distorsionar la realidad, querer acomodarla, se termina enredando, tropieza y se convierte en un caso digno de análisis para cualquier estudiante de psicología.
Vamos ir de a poco, tranquilos. Sin dejar cabos sueltos ni rendijas. Pero antes, una aclaración. El final del camino es chocar de frente a 120 km/h con la verdad. La Passucci paga los gastos de chapa y pintura (?).

En más de una oportunidad tuvimos que escuchar cambalaches del tipo “soy gallina y a mucha honra”, “somos gallinas pero la de los huevos de oro”, “soy de estirpe gallina” o “ser gallina es lo más grande que hay”. Está claro que esto es un intento de usar el adjetivo "gallina" como un elogio y maquillar algo vergonzoso como si fuera simpático. Pero lo concreto, es que el hincha de River, digamos que acepta ser llamado gallina.

Fuente: diario Olé correspondiente al 9 de noviembre de 1998.

Fuente: revista Mística, año 1997.

River campeón en el Monumental con 8.000 entradas vendidas y con el tablero haciendo las veces de gallina.
Fuente: diario Crónica correspondiente al 8 de agosto de 1980.

Fuente: revista River número 1857 correspondiente al 2 de septiembre de 1980


Subastas online.

Fuente: revista River número 1913 correspondiente al 29 de septiembre de 1981.

Fuente: revista Solo Fútbol Especial número 13 correspondiente a diciembre de 1991.

Fuente: cuenta oficial twitter de Jorge Rial el 15 de junio de 2012 a horas de Patronato - River.

Fuente; diario Perfil correspondiente al 24 de junio de 2012.

Fuente; diario Clarín correspondiente al 24 de junio de 2012.

El tema es que el hincha de River, con la complicidad de algunos medios siempre dispuestos para la ocasión, trató sistemáticamente de re-escribir el significado de la palabra gallina. Veamos un ejemplo de cómo una misma publicación cambia llamativamente su discurso con el paso del tiempo y quiere instalar que ser gallina es otra cosa. Quiere convertir en un elogio lo que siempre fue una burla.

Fuente: El ABC Diccionario Enciclopédico del Fútbol, diario Olé, año 1997.

Cinco años después, la definición de "gallina" es un poco (?) diferente:

Fuente: Enciclopedia Olé de River, año 2002.

Ser gallina no tiene nada que ver con el paladar negro ni con goles de chilena a Polonia en un amistoso. Tampoco con jugadores franco-argentinos de buenos modales. Ser gallina no significa ser habilidoso. Parece joda que tengamos que aclarar esto, pero es necesario hacerlo. Si alguien repite todos los días que 2 + 2 es 5, alguien tiene que salir a decir que el resultado es 4.
Ser gallina es otra cosa. Pasa que es tan duro ser gallina, que comprendemos que cueste mucho asumirlo dignamente. Para entender qué es y por qué se le dice gallina a River hay que ir al principio de esta triste historia. Viajemos al 20 de mayo de 1966.




Fuente: revista El Gráfico número 3109 correspondiente al 8 de mayo de 1979 (clic para ampliar).

Fuente: revista El Gráfico número 3466 correspondiente al 11 de marzo de 1986.

Ser gallina es, básicamente, mostrar debilidades anímicas o espirituales en circunstancias puntuales que exijen justamente todo lo contrario. En aquella final con Peñarol, River arrugó  de una forma increíble ante los ojos de todos y fue bautizado como gallina. Pero es necesario entender que para aquel entonces River ya arrastraba alas 9 años sin vueltas olímpicas y perdiendo varias veces la chance de campeonar sobre el final y a manos de Boca. Los años sin títulos llegarían a 18 y la forma en que River claudicaba reafirmó su condición de gallina. Esto traumó al hincha de River.
A ese apichonarse como gallina se lo puede llamar también de otras maneras como arrugar, asustarse, tener miedo, ponerse nerviosos o pálidos. Da lo mismo. Lo que importa es la actitud temerosa que históricamente tiene ese equipo vestido de blanco con banda roja.  Estamos hablando de tener miedo ante partidos o circunstancias decisivas.

Fuente: diario Olé correspondiente al 9 de abril de 2001.

Fuente: diario Olé correspondiente al 17 de septiembre de 2001.

Fuente: editorial de Leo Farinella en diario Olé correspondiente al 9 de abril de 2001.

Fuente: diario Olé correspondiente al 9 de mayo de 2008.

Editorial de nuestro amigo (?) Leo Farinella luego de Patronato de Paraná 1 River 0 por la fecha 37 del Nacional B.
Fuente: diario Olé correspondiente al 17 de junio de 2012.


Fuente: resumen diario Clarín edición web correspondiente al 19 de junio de 2012.

Acá podemos ver la cara de pánico a la que se refiere el Dr. Barrios en la nota de Clarín.

26 de abril de 1977, estadio Centenario de Montevideo por Copa Libertadores, esa competición donde River siempre termina mostrando todo su gallinismo. Su triunfo 2 a 0 ante Peñarol termina en empate 2 a 2 y su clasificación quedaba pendiendo de un hilo. 
Según podemos leer los hinchas enojados acusaban a los jugadores y a la historia. Interesante (?).
Fuente: revista El Gráfico número 3004 correspondiente al 3 de mayo de 1977.

Ser gallina da lugar al verbo “gallinear”. Yo no gallineo, tú gallineas, él gallinea, nosotros no gallineamos, vosotros gallineáis, ellos gallinean. Pero vayamos al grano de maíz. El gallinismo existe y es algo como para avergonzarse. Jamás para enarbolarlo.Y es algo que todo el mundo reconoce como cosa negativa y propia de River. Muy triste.

Fuente: revista El Gráfico número 4097 correspondiente al 14 de abril de 1998 (clic para ampliar).

Hasta acá tenemos dos cosas confirmadas. Uno, el hincha de River asume ser gallina. Dos, pero lo hace porque le ha querido cambiar el significado a la palabra gallina. Es como que nosotros querramos instalar que ser “bostero” significa viajar a Japón. Nada que ver. Bostero es andar entre la bosta. Y si tenemos que caminar 10 cuadras llenas de bosta para ir a ver a Boca, hacia allá vamos sin ningún trauma.
Pero ahora viene lo más divertido pero al mismo tiempo, desconcertante. En las malas, el hincha de River pisa el palito y usa la palabra “gallina” como lo que verderamente es: un insulto, una deshorna deportiva. Nada de ser “gallina de pura cepa” o cosas por el estilo. Ahí en las malas es cuando los nervios se alteran, esta gente muestra la hilacha y hasta podemos ver volar las plumas por al aire. Estamos hablando de la infinidad de ejemplos de jugadores riverplatenses tildando de gallinas a sus hinchas y a los hinchas tildando de gallinas a sus jugadores. Todo bastante penoso.

Fuente: diario Olé correspondiente al 10 de mayo de 2008.



Fuente: revista River número 1538 correspondiente al 27 de mayo de 1974.

Abril de 1981. Passarella enojado porque los hinchas les gritaron "gallinas" al equipo que quedó eliminado de la Copa Libertadores frente al Deportivo Cali en cancha de River.
Fuente: revista Goles Match número 1687 correspondiente al 27 de abril de 1981.

Diciembre de 1986. El Beto Alonso sin anestesia acusa a algunas hinchas de ser "gallinas". Y eso que venían de ganar campeonato local, Copa Libertadores e Intercontinental.
Fuente: revista El Gráfico número 3508 correspondiente al 30 de diciembre de 1986.

Junio de 1980. El mismísimo Ángel Labruna, dice que las verdaderas "gallinas" no eran ellos sino los hinchas que insultaban al equipo en la cancha. Uff...
Fuente: revista El Gráfico número 3168 correspondiente al 22 de junio de 1980.


Mayo de 2008. Hinchas de River ubicados en la San Martín Baja, reciben al equipo tirando granos de maíz luego de la eliminación de Copa Libertadores frente a San Lorenzo.
Fuente: diario Olé correspondiente al 13 de mayo de 2008.







17 de junio de 2012. Foro TuRiver luego de Patronato de Paraná 1 River 0. Hinchas de River tildan de gallinas a sus jugadores.

Veamos qué dicen en twitter


@lapassucci Ser gallina es ser cobardes por no decir cagones, siempre que peleamos algo importante perdemos.

— River Plate (@Amoreternocarp2) 3 de junio de 2013


Fuente: revista El Gráfico número 2982 correspondiente al 30 de noviembre de 1976.

Ser gallina jamás puede ser algo bueno. Ni siquiera en la ficción ser gallina es algo bien visto



De hecho, más de una vez salieron jugadores de River a querer dar por terminada esta historia de las gallinas. Cosa que nos confirma que ser una gallina, tiene más que ver con la vergüenza que con el orgullo. O sea, si quieren dar por terminado el apodo de gallinas, es porque no debe ser algo taaaaan copado (?).

1975. Alonso y Perfumo con respectivas gallinas, intentaban dar por terminada la leyenda..

Fuente: revista El Gráfico número 3500_04111986

Entendemos perfectamente que el hincha de River quiera tergiversar el significado de la palabra gallina. Que reciban a tu equipo en Colombia o en Italia soltando gallinas en el campo de juego no es muy simpático que digamos. Que en la Bombonera se le grite gallinas a los jugadores de River, vaya y pase. Pero que hasta en España se te reconozca como una gallina es una cruz pesadísima de sobrellevar.

19 de agosto de 1984, estadio San Paolo. Amistoso Napoli - River.
Fuente: revista El Gráfico número 3387 correspondiente al 4 de septiembre de 1984.

Fuente: diario ABC correspondiente al 24 de septiembre de 2003.

Fuente: revista El Gráfico número 3499 correspondiente al 28 de octubre de 1986.

River es gallina. Y ser gallina no es motivo de orgullo. Contra eso, muy poco se puede hacer, salvo tratar de asumirlo dignamente y sin pretender cambiarle su significado. Ser gallina es arrugar. De verdad, lo sentimos mucho.