Mayo de 1980. A punto de finalizar la primera rueda del Metro, Boca estaba en el fondo de la tabla de posiciones llevando una campaña desastrosa desde lo numérico y ocupando junto a All Boys los puestos de descenso a la B. Mancha que finalmente no sucedería, entre otras cosas, por el apoyo incondicional de su hinchada aún en los momentos más desfavorables.
Y ese apoyo incondicional se traducía en aquel entonces en las recaudaciones que dejaba el Nro. 12 en boleterías. Atrás venían la sensación Talleres en segundo lugar, de gran campaña, y el futuro campeón River, en tercer lugar. Pero primero en tribunas, siempre Boca. Siempre. Siempre que lo dejen comprar entradas. En su defecto aparecerán los pichis a creérsela un rato.
Fuente: revista El Gráfico número 3163 correspondiente al 20 de mayo de 1980.
