miércoles, 30 de enero de 2013

Vueltas olímpicas en campo enemigo: Boca 7 - River 1,5

Mucho se ha hablado de la pelota naranja. Una Tango creada por Adidas con un color casi fosforescente para poder jugar sobre nieve y que sea vista. Fue usada en el fútbol argentino durante un rato en el primer tiempo del superclásico del 6 de abril de 1986 en la Bombonera, por las dudas que la cantidad de papelitos arrojados compliquen la visión del árbitro.
Pero por el motivo que la pelota naranja pasó a la inmortalidad, es por lo que se puso en juego esa tarde. River, ya campeón un par de fechas antes, fue a la Bombonera y quiso festejar antes del inicio del partido dando la vuelta olímpica. Técnicamente hablando, River festejó, eso es innegable, pero no lo hizo dando una vuelta olímpica. El plantel millonario salió del vestuario visitante y corrió unos metros, lejos de los palcos, hasta el borde del área grande que da al Riachuelo. Ahí pegó la vuelta, lejos del lateral, y cerró la fiestita en el círculo central. No sabemos si no quiso o no pudo completar la vuelta. Lo que sí sabemos es que una vuelta entera no dio. ¿Fue 1/2 vuelta? Después de analizar el recorrido exacto de los jugadores de River, nos queda la sensación de que sí. Fue una media vuelta.




Ojo, esto no invalida el triunfo millonario a continuación con dos goles de Alonso. De ninguna manera. Nosotros si fuéramos de River pondríamos una lista de excusas. Pero no. Esa tarde River nos ganó bien. A llorar a la iglesia. Pero como decimos eso, también decimos que la vuelta entera no la dio.
De esto se desprende un tema que fue motivo de charla en varias reuniones de La Passucci a raíz de numerosos mails y mensajes de TW y FB. Especialmente de un tal JoaquínCarp, empecinado en no contar las vueltas olímpicas de Boca en cancha de River.
Así que señores, en este humilde y sencillo acto damos inicio a la "Semana de las Vueltas Olímpicas en el Gallinero". Una semana donde quedará más que claro lo que es dar una vuelta olímpica de verdad en campo enemigo. Nada de vueltitas tímidas dadas por la mitad. Estamos hablando de festejos populares, multitudinarios, con invasión de hinchas, jugadores en andas y hasta el Pizzero corriendo por la pista de atletismo con delantal y bandeja en mano. Festejos emocionantes en cancha enemiga. Un rubro en donde Boca le gana a River por escándalo. Le gana 7 a 1,5.

Repasemos. Boca dio 7 vueltas olímpicas en cancha de River. A saber: 1932, 1944, 1946, 1969, 1970 y 1976 (2 veces).
Y River, en cancha de Boca, la dio en 1942 y media en 1986. O sea, en el mejor de los casos, 1 vuelta y 1/2. No contamos cuando River se coronó campeón en la Bombonera en 1955 porque según las propias palabras de un protagonista riverplatense, no hubo vuelta olímpica.

Abril de 1980. Nota de El Gráfico a Walter Gómez y un joven Ramón Díaz. Charla va, charla viene, Gómez confirma que River no dio la vuelta olímpica en 1955. Apenas saludó a su gente y nada más.
Fuente: revista El Gráfico número 3158 correspondiente al 15 de abril de 1980.

Y por las dudas que alguien dude de la memoria de Walter Gómez, nada mejor que Labruna confirmando que, vuelta olímpica, no hubo.
Fuente: revista El Gráfico número 3125 correspondiente al 28 de agosto de 1978.

¿Y por qué no dio la vuelta River en 1955? Por temor. Suena duro, pero así fue. Dicen que el miedo paraliza y parece que es verdad.

Fuente; página 131 de "Amadeo Carrizo - El Libro". Autor Alfredo Luis Di Salvo, impreso en octubre de 1992.

Así que amigo Passucci, usted que es joven y creía haberlo visto todo en cuanto a éxitos deportivos de Boca. Usted que pensó que ver a Boca campeón del Mundo era tocar el cielo. Usted que festejó y festejó Copas Libertadores, que está empachado y hasta se sentó delante del televisor para ver a River irse al descenso, cierre los ojos y piense en Boca dando, no una, sino seis vueltas olímpicas en cancha de River. Con estadios lleno, y miles de hinchas boquenses invadiendo el campo de juego y tomando el Hall para festejar a Boca campeón.
Situación que ahora ya no puede ni podrá ocurrir, o bien porque el fixture se arma a dedo o porque Passarella niega la cancha para la final de la Copa Argentina 2012.
Esta saga de post es para sentir orgullo de que Boca tiene una historia enorme y llena de gloria. Y nuestras vueltas olímpicas en campo enemigo empezaron mucho antes que la de River en la nuestra. Esta semana iremos recorriendo una a una y hasta el detalle, cada vuelta olímpica. Los esperamos.

Muchas gracias al Passucci Guillermo Fernández, al Passucci Coleccionista de Boca, al Passucci Andrés Ferraro y al Passucci de Historia de Boca por la colaboración en esta investigación para guardar en nuestros corazones..

lunes, 28 de enero de 2013

La Bombonera es sagrada


Amigo Passucci, si usted es de los que piensan que la Bombonera es sagrada, lo esperamos con las canilleras puestas para trabar de cabeza a los que proponen un estadio financiado por jeques árabes, en donde estemos todos muy cómodamente sentados y algo distantes del campo de juego. Una especie de Estadio Único de La Plata pero gracias a Dios y según parece (?), en La Boca.
Con su actual capacidad se podrían vender un par de miles de entradas, pero parece que no hay muchas ganas. Entonces se usa esa excusa para construir un nuevo estadio y que tengamos 2 canchas pegadas una al lado de la otra. Sin (?).
Tiene que haber una forma de poder refaccionarla, ampliarla y ponerla en condiciones de albergar más hinchas de Boca. Sería una movida histórica si todos los boquenses aunamos fuerzas, logística, voluntad y podemos hacer realidad el sueño de construir sobre la calle Del Valle Iberlucea. ¿No se puede? Cuando hay ganas y decisión, no hay imposibles. Por lo pronto, desde La Passucci, no pensamos bajar los brazos tan fácilmente y resignarnos. Jamás un hincha de Boca se da por vencido. Ni aún vencido:
#LaBomboneraEsSagrada porque allí goza, sufre y canta la hinchada más grande del mundo

domingo, 27 de enero de 2013

“A cualquier jugador le gusta que lo alienten, pero aquí eso cuesta” 1987

Julio de 1987. La joven promesa riverplatense surgida de sus divisiones inferiores, Claudio Paul Caniggia, daba una extensa nota contando sus sensaciones sobre ser jugador profesional, haber vestido la camiseta de la selección Argentina y chocar por primera vez con la fama.
Pero en un momento su relato cambió de tono, y toda la ilusión y esperanza del joven Caniggia dieron lugar a una especie de catarsis sobre lo que significa jugar con la hinchada de River alentándote (?). Un verdadero calvario.
Gente fría y exigente que no quiere ni le interesa alentar a su equipo. Sólo le interesa verlo ganar, golear y gustar simultáneamente.
Si jugás mal te silban. Si jugás más o menos te silban. Si ganás pero sin jugar bien te silban. Si jugás bien y ganás, tenés que hacer más de 2 goles sino te silban. Lo sufrió Caniggia, pero como podemos leer, también lo sufrió hasta Francescoli saliendo campeón.
Fuente: revista Súper Fútbol, año 1, número 5 correspondiente a julio de 1987.

viernes, 25 de enero de 2013

"Aunque ganes o pierdas..." 2012

17 de junio de 2012, Bombonera. Boca pierde 3 a 0 contra Arsenal por la penúltimafecha del Clausura, cede la punta del campeonato y queda virtualmente sin chances de salir campeón. Podríamos poner excusas como que Boca venía de jugar 72 horas antes la semifinal de la Libertadores ante la U de Chile, pero no. Boca perdió bien en el campo de juego. Pero en las tribunas, el Nro. 12 se consagró, una vez más, como lo que es: un legítimo campeón.
Ante cada gol de Arsenal el aliento fue sostenido y en aumento, hasta llegar a unos minutos finales en donde el hincha de Boca asumió la derrota sin escenas de histeria. Se dedicó a alentar incondicionalmente a su equipo y despedirlo con aplausos. Algo que hizo a lo largo de toda la historia.
Nunca es bueno perder. Y menos si esa derrota hipoteca la obtención de un campeonato. Pero esa noche los hinchas de Boca pudimos dormir tranquilos con nuestra conciencia. Algo que no todos pueden hacer.
Gracias al Passucci Matías3K

miércoles, 23 de enero de 2013

“En cambio, jugar en Boca con toda esta gente...” 1991

Julio de 1991. A punto de regresar al fútbol argentino, Gerardo Manuel Reinoso hacía un balance de su por entonces muy exitosa estadía en la Universidad Catòlica de Chile. Paso que ponía al mismo nivel que los realizados en Independiente y River, ya que (en aquel entonces) eran equipos ofensivos que peleaban siempre arriba.
Pero la Vieja, al imaginar su llegada a Boca, dejaba bien en claro cual era la diferencia con todo el resto. Jugar con el aliento de toda su hinchada.
Reinoso tiene razón. Claro que es una locura jugar teniendo al Nro. 12 a favor. Es una hermosa locura que nació con la fundación de Boca y que algunos envidian en el fondo de sus fríos y oscuros corazones,
Fuente: revista El Gráfico número 3743 correspondiente al 2 de julio de 1991.
Gracias al Passucci Víctor

lunes, 21 de enero de 2013

Boca penúltimo en la tabla pero liderando recaudaciones 1987

Diciembre de 1987. Final de primera rueda de la temporada 1987/88. Un campeonato de Primera División donde hasta ese momento Boca había realizado una campaña muy pero muy mala.
Al finalizar la primera rueda, con 19 partidos jugados, Boca había sumado solo 12 puntos, quedando apenas 1 arriba de Unión, Banfield y Racing de Córdoba, que marchaban últimos con 11 unidades. El puntero en ese entonces era Newell’s con 27, sacándole 4 a River. ¿Adivinen quién estaba al tope de las recaudaciones? Sí. El gran Jugador Nº 12. Como siempre.
Fuente: revista Solo Fútbol número 129 correspondiente al 21 de diciembre de 1987.
Gracias al Passucci Oscar Mayer

sábado, 19 de enero de 2013

Hinchas golpean a Eddie Grant por error 1981

21 de abril de 1981, estadio Monumental. Ser hincha de River, históricamente, significó tener paladar negro pero al mismo tiempo, muy poca capacidad de tolerancia cuando la mano viene torcida. Perder los estribos ante el mínimo contratiempo. Vamos con un ejemplo.
Tras la derrota 2 a 1 con Deportivo Cali que significó quedar eliminado de la Libertadores, el Jugador -1 quiso canalizar su frustración rompiendo y atacando todo lo que se le pusiera enfrente.
Hubo silbidos, monedazos, toma de Hall con insultos a los jugadores y pedido de renuncia a Labruna. Sigamos. Tarantini herido, un intento de quema de auto en la playa de estacionamiento que teóricamente pertenecía a un jugador del plantel y el colmo de los colmos. Confundieron al cantante Eddie Grant con un colombiano y lo golpearon en los pasillos internos del Monumental.
Los hinchas, desaforados y evidentemente fuera de sus cabales, hasta montaron guardia en las cercanías del vestuario local para hacer justicia por mano propia. Esa es la hinchada de River.
Fuente: diario La Razón correspondiente al 22 de abril de 1981.
Gracias a los Passuccis de Planeta Boca

jueves, 17 de enero de 2013

River visitante en su propio estadio 1981

15 de abril de 1981, estadio Monumental. River 2 Huracán 2. Como tantas otras veces a lo largo de la historia, el público de River se sintió visitante en su propio estadio. A los antecedentes de partidos que ya tenemos registrados contra Boca (por ejemplo 1987, 1998, 1992) y contra Nueva Chicago en 1982, en esta oportunidad fue Huracán quien copó Núñez llevando más gente y gritando más fuerte que los hinchas supuestamente locales. Una mancha indeleble ocurrida en la fecha 11 del Metro 1981, cinco días más tarde de la histórica goleada 3 a 0 de Boca sobre River en la Bombonera.
Este tipo de cosas, ser visitante en tu propia cancha, sólo le puede pasar al Jugador -1.
Veamos, disfrutemos y difundamos qué dijeron los diarios de aquel terrible papelón:

Fuente: diario Crónica correspondiente al 16 de abril de 1981.

Fuente: diario La Nación correspondiente al 16 de abril de 1981.


Fuente: diario La Razón correspondiente al 16 de abril de 1981.


Fuente: diario Popular correspondiente al 16 de abril de 1981.

martes, 15 de enero de 2013

Aunque no salga campeón, el sentimiento no se termina 1978

29 de octubre de 1978, Bombonera. Boca derrota a Newell’s 1 a 0 por la última fecha del campeonato de Primera División pero no alcanza, ya que la victoria de Quilmes en Arroyito consagra campeón al equipo cervecero por primera vez en su historia.
Ni la forma de jugar de aquel Boca tan criticada por los medios, ni aquel subcampeonato a manos de un equipo chico y ni siquiera el empate la fecha anterior ante el descendido Estudiantes de Buenos Aires, fueron motivos para que el Jugador Nro. 12 no despida a Boca como correspondía: con una ovación. Ovación que premiaba no el segundo puesto, sino el esfuerzo dentro del campo de juego. Un concepto que para otras hinchadas empezó a ser familiar hace un par de añitos, para la de Boca fue una constante a lo largo de la historia. 
Es muy fácil tirar la casa por la ventana en el triunfo. Pero es en la derrota como la de ese domingo, cuando la de Boca demuestra ser la hinchada más grande del mundo.
Fuente: diario Crónica correspondiente al 29 de octubre de 1978.

domingo, 13 de enero de 2013

Citroneta 1981

Citroneta que salió a tocar bocina por la obtención del Metro 81. Los banderines y el barrilete en el techo suman y muchísimo. Y no podemos dejar de mencionar la bandera de Boca pintada a mano sobre capó, techo y puertas.
Fuente: revista Gente número 839 correspondiente al 20 de agosto de 1981.

viernes, 11 de enero de 2013

Solidaridad de La 12 para con un enemigo 1995

17 de noviembre de 1995, Bombonera. Aquel sábado donde Boca empató con Rosario Central y empezó la cuesta abajo que rifaría la obtención del Apertura 95, falleció trágicamente Sebastián, el hijo mayor de Daniel Passarella, al intentar cruzar con su auto las vías del Ferrocarril Mitre.
La 12 tiene un historial cargado de hechos repudiables que todos conocemos. Pero así como decimos eso, también decimos que esa noche en el alambrado de Casa Amarilla dio una muestra de respeto y solidaridad acompañando en el dolor a un símbolo del enemigo. Durante aquellos años, un Daniel Passarella más enfrentado a Boca que nunca por poblar la Selección Argentina de jugadores de River.
Fuente: revista El Gráfico número 3972, correspondiente al 21 de noviembre de 1995.

miércoles, 9 de enero de 2013

River no gana copas por penales porque las pierde por gallina

Corría el segundo semestre de 1991 y los hinchas de Boca soñábamos día y noche con el penal de Pico contra Newell’s. La chance de cortar los 10 años sin salir campeón se había esfumado de la forma más cruel. En la Bombonera y por penales. Para colmo, el River de Passarella DT se armaba con todo y repatriaba a Ramón Díaz. El Pelado, insultado por el Jugador -1 la noche de su regreso y victoria ante Central en cancha de River, enseguida empezó a responder con goles. El mediocampo tenía marca con el Huevo Toresani y desequilibrio con JJ Borrelli. Si a eso le sumamos que con Comizzo y una defensa bien parada, llegarle y hacerle un gol era casi una misión imposible, estamos hablando de un equipo serio. Un buen equipo. Hay que reconocerlo. Que salió a buscar el puntito en la Bombonera, pero un buen equipo al fin
Y tal es así, que enseguida se cortó solo en el Apertura 91. Mal que nos pese, Boca junto a Talleres y un par más, se peleaban por el segundo puesto. Ese River se convirtió en un relojito. Ganaba, goleaba y gustaba. La famosa triple G, el único antídoto conocido por el hombre para evitar que el hoy desaparecido paladar negro de los hinchas millonarios insulte, silbe y tome el Hall para hacer rodar cabezas. 
Los medios hablaban y ponderaban a aquel River. Y no mentían. La verdad es que prácticamente no tenía rival. Por aquellos años nadie osaba decir que la B era el Calcio o una divisional donde se jugaba mejor que en la A. O para ser más precisos, nadie iba a pretender instalar la idea de que San Martín de Tucumán en el Nacional B jugaba mejor que el River puntero de la A.
La cosa es que arrancó simultáneamente la Supercopa y ese River dio señales de querer ir por todo. En octavos de final eliminó a Gremio por penales como visitante. Y en cuartos, dio cuenta del Flamengo también en Brasil y por penales. Dos series consecutivas de River eliminando a equipos brasileros como visitante y por penales. Sí, amigo Passucci. Si usted es joven y no vivió aquel momento, siéntese, respire hondo y créanos. Fueron momentos muy bizarros. Por un instante la suerte, esa maldita suerte que hoy le es esquiva a River y hace que Solazzi nos llame Suerte Juniors, parecía guiñarle un ojo a los millonarios. 



Fuente: revista El Gráfico número 3758 correspondiente al 15 de octubre de 1991.

Fuente: revista El Gráfico número 3760 correspondiente al 29 de octubre de 1991.

Peñarol en semifinales fue un trámite. River ganó los dos partidos y se metió en la final de la Supercopa. El rival, Cruzeiro.
El partido de ida en cancha de River, fue chivo, muy trabado. Con marcador 1 a 0 casi hasta el final, momento en que llegó un segundo gol de River. Ese 2 a 0 casi en tiempo cumplido, nos hizo temer que psicológicamente la balanza se empezaba a inclinar para River. Está bien que con River nunca se sabe, pero venía tan afilado que fueron días donde casi se descontaba que River era campeón. Faltaba la revancha en Belo Horizonte, pero ese River tenía un bonus. Venía curtido por haber eliminado a Gremio y Flamengo como visitante y por penales. La llamada lotería de los penales. Sin dudas, parecía ser la suerte del campeón.
Aquel 20 de noviembre de 1991 en la estancia del Cruzeiro, el juez pitó y enseguida nos dimos cuenta que algo histórico podía pasar. Los brasileros eran flechas que entraban por todos lados. Y ojo que no hacían fulbito, ya que tuvieron un par (?) de situaciones de gol.

Fuente: revista El Gráfico número 3764 correspondiente al 26 de noviembre de 1991.

No exageramos, pero ese primer tiempo podría haber terminado tranquilamente 7 u 8 a 0 a favor de Cruzeiro. Pero Comizzo estaba iluminado y sacaba todo lo que le tiraban. El apenas 1 a 0 en contra era otra señal de la diosa fortuna. Ese marcador tan apretado ante semejante trámite gallináceo adverso era encontrarse una boleta ganadora del quini en la Bristol. Restaban 45 minutos para la hazaña. Pero algo falló. 
Promediando el segundo tiempo llegó un segundo gol del Cruzeiro y el Mineirao fue una caldera. Muy a la brasilera, con torcedores aplaudièndose arriba de sus cabezas, pero parece que eso bastó para que a River se le aflojaran los esfínteres reflejos. La serie estaba igualada y la esperanza millonaria era llegar con vida a los penales. Poder terminar ese partido con derrota 0 a 2, luego de un baile tan infernal, hubiera sido casi una muestra de hombría. Pero no. River, aquel River suertudo en los penales, supuestamente curtido en tierras brasileras, decidió recibir un gol más faltando 15 minutos y perder 3 a 0 la final de la Supercopa. De haber aguantado el 0-2, con el antecedente de lo sucedido con Gremio y Flamengo más un Comizzo tan inspirado aquella noche, los penales eran un cheque al portador. Quien sabe. La cosa es que River pudo haber salido campeón por penales pero no lo hizo porque es gallina. Muy gallina. Y Cruzeiro salió campeón.


Fuente: revista El Gráfico número 3764 correspondiente al 26 de noviembre de 1991.

Dicen que a la suerte hay que ayudarla. El tema es que siendo tan gallina, difícilmente la suerte tenga ganas de estar con River. La suerte estuvo aquella noche en el Mineirao haciendo fuerza para que River llegue a los penales. Hasta la imaginamos parada al lado de Comizzo durante el segundo tiempo y volando de palo a palo para ayudar a rechazar los bombazos de Palinha y los tiritos de Charles. Pero River le falló a la suerte. La defraudó. Con el pitazo final miles de hinchas brasileros invadieron el campo de juego y la suerte debe haber caminado triste y cabizbaja hacia el vestuario. Tanto esfuerzo para nada, habrá pensado. Su presencia en Porto Alegre y en Río de Janeiro semanas atrás, habían sido tiradas por la borda a manos de un grupo de gallinas.
Hasta aquella noche en que le dio la espalda a la suerte, River había definido oficialmente 20 veces por penales, ganando 9 y perdiendo 11. Números parejos y hasta aceptables, podríamos decir. Pero a partir de ese momento, de sus 16 definiciones sólo ganó 6.
Tal vez la suerte todavía esté ofendida con River por lo que pasó en Belo Horizonte. Tal vez sintiéndose defraudada, haya decidido darle una mano a aquellos equipos que, podrán ganar o perder, pero jamás de los jamases se borran ni gallinean en las difíciles. El día que River muestre agallas, tal vez ese día, la suerte vuelva. Por lo pronto, La Passucci pide una silla para esperar sentados.

lunes, 7 de enero de 2013

La queja

Queremos hablarles a los que nos escriben pidiendo que la cortemos de quejarnos puntualmente de tres temas: del Olé de Farinella, de lo que fue la posible llegada de Gareca como DT y de la camiseta violeta.
Primero y antes que nada, sepan que también durante 2012 nos hemos quejado de otras cosas como por ejemplo, de la no venta de entradas a los hinchas no socios. Pero vayamos al punto.
No sabemos exactamente por qué, pero estamos notando desde un tiempo a esta parte que a Boca lo quieren arrear a un lugar que no es su lugar. 
Para muchos hinchas de Boca, parece que mientras se ganen copas y haya éxitos deportivos, podrá ser un tema menor esto que planteamos y por eso se molesten de nuestra queja. Pero para nosotros es una cuestión de estado.
Que salga Olé y ponga en su tapa que River es el equipo más popular de la Argentina para que un pibito de 12 años lo lea y lo crea, que Gareca haya estado a muy poco de ponerse el buzo de DT y que Boca salga a un campo de juego con una camiseta toda violeta, nos van minando de a poco nuestra identidad. Y tan de a poco es, que muchos no se dan cuenta o se dan cuenta y no lo perciben como algo peligroso. Boca es distinto a todos los demás equipo del mundo, no por su cantidad de copas, sino por su mística. Si nos sacan eso, nada nos va a diferenciar de otros equipos como Real Madrid, Milan, Barcelona y del mismo Independiente.
Lo más grave de todo esto son dos cosas: uno, que quedarnos en silencio es avalar todo esto. Y dos, lo más preocupante, es que callar y mirar para otro lado, es dejar abierta la puerta para que sigan pasando este tipo de cosas y continúe esta suerte de avanzada contra la identidad boquense. Contra su mística.
En tren de suponer, un día podrá venir Ruggeri como DT o jugaremos en Mar del Plata con una camiseta suplente roja con vivos blancos. O, como ya está pasando, sale River a nivel oficial en su cuenta de Twitter y, aunque en su puta vida haya ganado una encuesta de cantidad de hinchas, miente descaradamente poniendo “El club más popular de la Argentina”. Total, nadie levanta la voz. Nadie se queja. Bueno, nosotros decidimos juntarnos y formar una logia secreta lista para trabar de cabeza y defender la mística boquense. Siempre con la verdad. Decidimos elevar la voz ante el "todo vale en nombre del dinero" y del "todo vale mientras Boca gane". Hay cosas que no se negocian.
No pedimos que todos estén de acuerdo con nuestras quejas. Sólo queremos hacer notar que no nos quejamos por quejarnos. 
Hace unos años se convirtió en platea una de nuestras populares, se dejaron de vender entradas y se barajó muy seriamente la posibilidad que Boca tuviera su estadio en Agronomía, Bajo Flores o Ezeiza. Hasta se fantaseó con compartir nuestra cancha con River. Y tuvimos que llevar en el pecho una publicidad roja y blanca. Abramos los ojos antes de que sea tarde.
Nuestra queja no es gratuita. Y muy probablemente no cambie el rumbo de las cosas. O sí. No sabemos. Pero a nosotros, por lo menos, nos deja apoyar la cabeza en la almohada y dormir en paz.

sábado, 5 de enero de 2013

"Por la gente, me gustaría jugar en Boca" 1987

Noviembre de 1987. El jugador del momento, José Luis Rodríguez, del equipo del momento, Deportivo Español, daba una extensa nota donde contaba su historia, su presente exitoso y sus sueños. Sueños entre los cuales, pese a confesarse hincha de Independiente,  estaba jugar para Boca. ¿Y por qué quería ponerse la azul y oro? Por la gente. Así de fácil.
Eso es lo que a Boca lo hace único en el mundo. Su gente.
Fuente: revista El Gráfico 3556 correspondiente al 1 de diciembre de 1987.

jueves, 3 de enero de 2013

Récord de recaudación en la provincia de Córdoba 1999

30 de mayo de 1999, estadio Chateau Carreras. Por la fecha 15 del Clausura 99 Boca visita a Talleres, empata 0 a 0 y se mantiene en la punta del campeonato. Pero esa tarde se producen dos hechos históricos. Uno, Boca alcanza los 39 partidos sin perder igualando la marca de imbatibilidad del Racing de José. Y dos, el Jugador Nro. 12 revienta el estadio y logra una recaudación récord para la provincia. 
Transcribimos textual el copete de arriba a la izquierda
"Sus voces desgarradas por la pasión, sus brazos en alto extremidad y bandera, sus corazones latiendo como tamboriles radiantes, sus piernas resorte para saltar hasta el cielo. Todo eso y mucho más es el pueblo de Boca. Y sí, el equipo, este equipo de Boca, es como la gente. Hay devolución, feedback, ida y vuelta. La estadística recordará junto al récord invicto, otro récord, el de recaudación. En Córdoba nunca habían contado tanta plata junta: 1.182.415 pesos. El éxtasis".
La hinchada de Boca tiene sobre el lomo muchísimas marcas como ésta. Nuestra historia está llena de verdaderas manifestaciones populares.
Fuente: revista El Gráfico (clic para ampliar)
Gracias al Passucci Federico Ruiz

martes, 1 de enero de 2013

55 buenos motivos para un #BoicotAlOleDeFarinella

En realidad, los motivos superan largamente los 55.  Pero tampoco es cuestión de andar reflotando tapas de Olé muy viejas. No nos hace falta semejante pérdida de tiempo. Con concentrarnos sólo en este 2012, nos alcanza y nos sobra (?).
La cosa es que Leo sigue construyendo su relato desde las tapas de Olé. Y de paso se ahorra horas y horas de terapia. Y más de paso, continúa su incansable cruzada para tratar de construir un nuevo hincha de River a imagen y semejanza del hincha de Boca. Plan que no tiene nada de malo, salvo el detalle (?) de que contempla herir, maltratar, aniquilar y robarnos la mística boquense.
En el medio, durante 2012, pudimos ver triquiñuelas que básicamente apuntaron a dos frentes: machacar que River fue constante sinónimo de buen juego y armonía interna, mientras que Boca fue la cara opuesta: desastre futbolístico y caos institucional.  Obviamente no faltaron las cargadas, descalificaciones y mojadas de oreja a Boca y a sus jugadores. ¿Exageramos? Nos quedamos cortos.
Pero basta de palabras. Pongamos blanco sobre negro y digamos claramente cuáles son nuestros 55 motivos para hacerle un #BoicotAlOleDeFarinella y nunca más aportar nuestra plata en la cruzada personal de este hombre.