lunes, 26 de septiembre de 2011

El plan maestro

Las declaraciones de Daniel Passarella, confesando su amor cuando niño por Boca Juniors se me antojaron sumamente sospechosas. No tanto por la candidez de su reconocimiento, cuanto menos valiente y honesto, sino mas bien por la saña con la que menciona a "las gallinas" cuando relata las conversaciones con su abuela. "Esas gallinas", dice él, con cara de asco, frunciendo la nariz, luego de toda una carrera en River Plate. Y nada más, ahí termina la frase. No dice “esas gallinas tal cosa”. “Esas gallinas”, solamente, y con desprecio.
Decidí entonces comenzar una investigación al respecto y lo que encontré es, puedo afirmar, nada menos que formidable.
Daniel Passarella nació en Chacabuco en 1953 y comenzó a jugar en Sarmiento de Junín, soñando con vestir algún día la azul y oro. La historia oficial dice que Pipo Rossi lo descubrió y lo llevo a River Plate. Lo que no se cuenta es como Pipo Rossi descubrió a este talentoso defensor.
Domingo Tesone, por entonces reclutador de Boca Juniors, no solo era un fanático bostero, sino que, como buen cazador de talentos, era un visionario. Él fue quien primero vio jugar a Daniel en Junín.
Inspirado por películas de la época (plena guerra fría), por el fanatismo del joven Passarella por Boca, y por la personalidad que ya mostraba el capitán, ideó un plan maestro, arriesgado, innovador.
"Pibe", le dijo, "usted no va a jugar nunca en Boca. Y no porque le falten condiciones. Condiciones le sobran. Usted seria ídolo del Jugador Número 12. Déjeme explicarle por qué lo elegí para no jugar en Boca".
Sentados en una grada de madera del club de Junín, Tesone delineó frente a Passarella los detalles de su misión. Le contó sobre las "sleeper cells", los doble agentes, hombres enviados al corazón del bando enemigo, a la boca del lobo, sin que éstos sepan, con el objetivo de ganarse la confianza, y poco a poco destruirlos desde adentro.
"Le hice un llamado anónimo a Pipo Rossi. Lo viene a ver pronto. Usted va a firmar para River. Usted se tiene que convertir en ídolo de River".
Passarella lo miraba atónito, serio, más como un joven indio que un cacique.
"¿Me entiende joven? Usted va a ayudar a River a ganar muchos campeonatos. No me importa. Son concesiones que estoy dispuesto a hacer. Cuando se retire usted tiene que ser técnico de River. También los va a ayudar a ser campeones. Ojo, campeonatos locales. No Copa Libertadores. Eso ya no sé si lo toleraría, ¿está claro?".
Passarella, un poco confundido todavía, asentía.
"¿Por qué todo esto? Bueno, es importante ganarse la credibilidad de las gallinas".
"De mierda", agregó Daniel.
"De mierda. Es fundamental que lo sientan como uno más de ellos. Aunque no va a faltar quien sepa que usted es hincha de Boca y quiera coartar nuestros planes. No importa. Su fidelidad, su conversión, estará probada por los títulos, la entrega, las declaraciones. Y más tarde, usted será presidente de River, ¿me entiende?".
Passarella comenzaba a entender.
"Porque no veo otra manera de lograr la gloria de ver a River en la B (aunque yo personalmente no llegue a verlo), que hundir al club desde la presidencia del mismo. ¿Me entiende?".
***
Daniel Passarella, a los 58 años, con un gesto más adusto que el de siempre, convoco a una conferencia de prensa.
"Hoy es un día muy triste para todos los riverplatenses", comenzó. "River en el Nacional B es algo que muy pocos hubieran imaginado. Por eso, como presidente, quería llevarles un mensaje a todos nuestros hinchas que hace años deseaba  dar:
Gallinas de mierda, se fueron a la B, chupenla putooos!!!!"
Passarella se levantó corriendo de la sala del club mientras nadie atinaba a reaccionar.
Mauro Martín lo esperaba disfrazado en la puerta. La 12 sabia de esto hacía años. Había habido peligro de que se filtre el plan: cuando el fallecimiento de Sebastian, La 12 colgó una bandera diciendo "Passarella, la 12 está contigo" Pero, por suerte, nadie se percató.
Mauro lo alzó y corrieron hasta el auto, que estaba en el estacionamiento del club.
Salieron arando y llegaron hasta la Bombonera, donde el Kaiser se exilió feliz por el resto de su vida.
Hoy la peña boquense de Chacabuco lleva su nombre.
PD: JJ Lopez, Maidana ex jugadores de Boca ¿Cómplices?...

Autor Passucci Seba Wilheim